“2000 Yard Stare de Tom Lea”

Cuando desperté el lunes pasado y abrí mi celular, me percaté de un nuevo hashtag en Facebook y Twitter. El lema #SiMeMatan estaba siendo usado por mujeres mexicanas para protestar y denunciar los tweets realizados por la cuenta de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México que contenían información relativa a Lesvy Berlín, una joven que fue encontrada sin vida en los jardines de Ciudad Universitaria. Las participantes de este hashtag, veían estos tweets como el más reciente intento realizado por la sociedad machista para sistematicamente hacer a una víctima parecer culpable de su propio delito. En lo personal, estoy en desacuerdo con este punto de vista, y apoyo la práctica de publicar toda la información relativa al caso, pero ese es tema de otro día.

El tema de hoy nace de mi aventura dentro de este hashtag. Fastidiado después de haber visto una imagen en la que supuestamente la ONU -después de haber elegido a Arabia Saudita para integrarse al panel sobre los derechos de la mujer- calificaba de “pandemia” a la violencia contra la mujer en México -en un uso completamente desastroso de la palabra-, decidí meter mano en el asunto, y poner a la violencia contra las mujeres en México en un poco de perspectiva. Mi aporte fue el siguiente:

#SiMeMatan Es porque el 88% de los homicidios en México son contra hombres.

La reacción a este mensaje fue la esperada para cualquier persona que se ha atrevido a mencionar los derechos de los hombres varones en público: todo el día tuve que lidiar con objeciones que -aún cuando tengo que admitir que todas menos una fueron de carácter respetuoso- versaban sobre una concepción totalmente incorrecta de mi intención. Para estas personas, el dar a conocer esta estadística perjudicaba o intentaba ocultar la lucha por acabar la violencia contra las mujeres. Asimismo, logré percatarme de esta misma reacción en contra de los que osaban compartir mi mensaje.

Cabe mencionar que no estoy denunciando a estas personas específicas, ya que me consta la calidad de cada una de ellas, lo que estoy haciendo es denunciar ideas erróneas y malvadas que pueden llegar a pasar desapercibidas, así como las personas de menor calidad que las propagan.

Las ideas detrás de las críticas recibidas son claras.

  1. No se puede llamar la atención hacia dos conflictos al mismo tiempo.
  2. Los conflictos con víctimas femeninas tienen preponderancia ante los que tienen víctimas masculinas.

Uno puede estar en desacuerdo con ambos puntos, pero es imposible negar que esta es la norma que parece regir en todo el mundo. Como ejemplo rápido, quiero recordar la desaparición forzada de los 43 Normalistas de Ayotzinapa. Es claro que esta tragedia de víctimas masculinas fue objeto de atención internacional, sin embargo, un suceso relativo a esta tragedia paso casi desapercibido en la sociedad Mexícana, y ni hablemos del contexto internacional.

Tal vez no so sepas, pero la inauguración de un “anti-monumento” en recuerdo de la injusticia cometida fue objeto de vandalismo por parte de un grupo feminista. Bajo el grito y lema de “Nosotras no somos Ayotzinapa” grupos de mujeres protestaron contra la cobertura masiva que cayo sobre la desaparición de los 43 normalistas, un evento que solo tuvo víctimas varones, y que aún así nadie llegó a politizar como un atentado contra los varones.

No fue fácil encontrar información sobre esta protesta, un artículo en la jornada lo menciona en segunda mano, lo demás son vídeos y mensajes antiguos en twitter. Yo me pregunto como puede ser esto, como puede ser que una manifestación completamente sexista y descarada contra el recuerdo a semejante tragedia puede pasar casi desapercibida. Bueno, eso me preguntaría si no supiera ya la respuesta:

Desde tiempos inmemoriales, y a pesar de todas las mentiras sobre la existencia de un supuesto patriarcado, la sociedad ha visto al hombre varón como un recurso desechable.

¿No me crees? Entonces hazme un favor e intercambia los géneros del ejemplo anterior. Supón que los 43 normalistas en realidad fueron LAS 43 normalistas. Ahora piensa que un grupo de hombres acude a vandalizar un anti-monumento en memoria de su desaparición forzada, diciendo que ellos “No son Ayotzinapa”. ¿Cuál hubiese sido la reacción?

¿Cómo vería la historia al hundimiento del Titanic? Si el lema de evacuación no hubiese sido “mujeres y niños primero”.

¿Cómo vería la sociedad a la guerra? Si los hombres se hubieran quedado en casa y mandado a las mujeres a pelear. Como recordaríamos hoy a la orden de la pluma blanca, si hubieran sido los hombres los que encontraban mujeres sin uniforme militar con el fin de ofrecerles una pluma blanca, símbolo de su cobardía, como forma de humillarlos públicamente para presionarlos a lanzarse hacia la carnicería humana que fue la primera guerra mundial. Tal vez de haber sido así, hubieras sabido de dicha orden con anterioridad al presente artículo.

¿Cómo hubieran reaccionado los medios? Si en un mundo en que las mujeres combatientes mueren por montones en la guerra, Donald Trump se hubiera atrevido a decir que “Los hombres siempre han sido las víctimas primarias de la guerra”. Frase que en nuestro mundo fue afirmada por Hillary Clinton.

¿Qué hubiera hecho la ONU? Ante la popularidad de un hashtag denominado #KillAllWomen

¿Qué pasa si intento calmar los ánimos que llaman atención al 13% de homicidios que tienen a mujeres como víctima? Diciendo que son como cualquier otro crimen, y como tal las políticas de seguridad pública son suficientes para atender estos reclamos

Nadie salvo la mas reacia de las feminazis o el mas miserable de los pseudo-varones emancipados puede mirarme a los ojos y decir que estos pequeños detalles de la historia no se hubieran convertido en escándalos mayores si los géneros fuesen intercambiados.

De cada cien homicidios en México, ochenta y ocho son cometidos contra hombres. Esta estadística no es mera propaganda y definitivamente no es un ataque a la mujer, es simplemente la verdad. Y es una de las mejores armas en la guerra contra un movimiento social que busca hacer del hombre un animal de sacrificio, así como el mayor villano de la historia.

Las feminazis y sus perros falderos emancipados cuentan con tu silencio para ser la única voz que influya a las masas, no lo concedas y no te desanimes, te sorprenderás del impacto que puedes tener en la opinión de tus amigos. Si algo nos enseña la trágica victoria de Donald Trump -en lugar de una trágica victoria de Hillary Clinton-, es que los hombres molestos somos capaces de mucho, y que el feminismo simplemente no es rival para la verdad: los hombres valemos tanto como las mujeres.

Ochenta y ocho por ciento de los homicidios en México son cometidos contra hombres.

Ochenta por ciento de los suicidios en México son cometidos por hombres.

Cada año, los suicidios cometidos por hombres casi doblan en número a los homicidios cometidos contra mujeres.

Y no hay nada de malo con llamar la atención hacia esto.